El acuerdo entre Sergio Massa, José Manuel de la Sota y Adolfo Rodríguez Saá tuvo ayer sus primeras grietas en la Cámara de Diputados, donde tomaron decisiones distintas tanto al momento de dar quórum como en la votación.
Los cinco diputados de Compromiso Federal y 2 de los 3 de Unión Por Córdoba se sentaron al comienzo de la sesión y facilitaron el quórum, que el kirchnerismo tenía por su cuenta pero buscaba engrosar para evitar signos de debilidad.
El Frente Renovador entró mucho después, cuando la sesión estaba iniciada. Como cada septiembre, la moneda de cambio sería en el presupuesto nacional, que incluiría financiamiento para la Universidad de Comechingones, en la ciudad puntana de Merlo.
Al momento de votar tampoco funcionarios como un frente: el Frente Renovador votó a favor de la creación del fuero para mediar en cuestiones de consumo, con varias objeciones en particular que, obviamente, no fueron consideradas por la mayoría kirchnerista.
Fue la primera votación en la que no coincidieron desde el almuerzo de hace un mes, retratado por LPO, en el que acordaron caminar juntos hasta las primarias presidenciales.
Ese día Massa sugirió compartir las votaciones entre los tres bloques y lo logró durante el canje de deuda: el Frente Renovador emitió un dictamen propio con las firmas de Compromiso Federal y Unión Por Córdoba.
Rodríguez Saá se enojó cuando supo que a su diputado Fernando Salino le había costado encontrar a Graciela Camaño para poner su firma en el expediente.
“Estoy cansado que todos me ninguneen”, repite el ex presidente, que ahora sufre con Massa el trato que, a su entender, le da todo el arco político hace años pese a que logra 10 puntos en cada presidencial.
Por si fuera poco por Córdoba las cosas no están mejor. Ayer dio quórum Carlos Caserio y Blanca Rossi, leales a De la Sota; pero no llegó a la sesión Juan Schiaretti, de viaje en el exterior. Schiaretti es el único con chances de reemplazar al gobernador en Córdoba.
